TALLERISMOS
Taller de escritura literaria
Armando José Sequera
En nuestro tiempo nos hemos acostumbrado a la prisa. La creemos parte de la vida cotidiana. Por eso anhelamos que todo sea breve y rápido, sin darnos cuenta de que ambas son las cualidades de lo transitorio.
Uno de los aspectos de la vida y del aprendizaje más afectados por esta urgencia artificial que se nos ha inoculado como un veneno en la mente es la lectura y, por rebote, también la escritura e incluso el arte en general.
La tendencia malsana a no leer o a leer apenas lo indispensable surge principalmente de dos circunstancias: una, la profusión de mensajes y textos de escasa calidad literaria con los cuales se inunda nuestra cotidianidad: desde libros pret a porter, es decir, hechos en serie para llegar a determinados públicos, hasta las agobiantes pautas publicitarias y promocionales que empantanan nuestras miradas.
Dos, a campañas internacionales desde centros de poder económico, a cuyos líderes, gerentes y jefes les perturba que las personas, al leer y pensar, se den cuenta de sus desmanes.
Especialmente, entre los jóvenes, se promueve el rechazo a la lectura tildándola de aburrida y sin importancia. Se les hace creer que si quieren tener una actitud genial, chévere (cool), no hace falta leer. Lo curioso es que, aparte de la transmisión interpersonal, tales ideas son expresadas a través de las redes sociales y los medios masivos de comunicación, mediante mensajes con imágenes y textos en los que aparecen adolescentes felices, realizando actividades ajenas y lejanas al acto de leer.
De lo que casi nadie se da cuenta es de que los textos de dichos mensajes, aunque muy breves, deben ser leídos, así que igualmente la lectura está ahí, integrada a la vida de niños, jóvenes, adultos y personas experimentadas.
Lo anterior, más la comprobación de que los buenos textos, sin importar su extensión, siempre son recibidos con beneplácito por los lectores, me decidió a reunir el pequeño grupo de consejos para escribir contenido en estas páginas que, con todo cariño, espero resulte beneficioso a quienes paseen sus ojos por él.
A.J.S.
Índice
- ¿Por qué escribir?
- Utilidad del escritor
- Importancia del escritor
- El objetivo del escritor
- Desnudar el espíritu
- Influencia de nuestros escritos
- Si profesamos una ideología
- La obra es más sincera que su autor
- No postergar la literatura
- El arte es prioritario
- No aceptar cargos directivos
- Escribir a diario y con horario
- La inspiración no existe
- El arte exige concentración
- Alternar trabajo con reposo
- Lo mental y lo físico
- La soledad del escritor
- Los talleres literarios
- La formación del escritor dura toda la vida
- Escribir de la mejor manera posible
- Las “antenas” del escritor
- No se requiere ser un erudito
- Leer mucha literatura
- Leer clásicos antiguos y contemporáneos
- Leer mucho no nos hace escritores
- Leer buena literatura nos ayuda a crecer
- La creatividad, el mayor don
- Potencia tu creatividad
- La principal herramienta
- El idioma no es la única herramienta
- Tipos de documentación
- Para qué se investiga
- Conciencia de lo que manejamos y lo que no
- Puedes ser experto en un tema, tus lectores no
- Anotar las ideas al llegar
- Crear un banco personal de ideas
- Elementos de consulta
- Diccionarios indispensables
- Para escribir no hacen falta las teorías literarias
- Sencillo, ameno e interesante
- Lo rebuscado, ¿qué es?
- Planificar, ¿sí o y no?
- La escaleta
- Escribe sobre lo que vives y conoces
- No cohibirse por parientes y amigos
- El escritor es todos los personajes
- El punto de vista
- Todo es ficción
- El estilo
- No abusar de adjetivos ni temerles
- Adverbios terminados en mente
- No a las palabras rebuscadas
- Las palabras precisas
- No al lugar común
- Imágenes literarias desde todos los sentidos
- Tiempos verbales
- El presente histórico
- Concordancia de género y número
- Presentación de los diálogos
- Los signos auxiliares
- Negritas, cursivas y subrayadas
- No abusar de los destacados
- Evitar cacofonías, rimas involuntarias y repeticiones
- Cuidar los detalles
- Uso del humor
- El suspenso
- Creación de personajes y escenarios
- Inicio y cierre impactantes
- Dividir los textos en capítulos
- No afrontar una obra que no podamos resolver
- Pirámide invertida
- Las cinco preguntas
- La mente en blanco
- Abolir el miedo a la mente en blanco
- El escritor es el primer lector de su obra
- Escribir con el corazón, corregir con el cerebro
- Añejamiento de la obra
- Lectura previa por personas de confianza
- Escribir y corregir están ligados
- Eludir erratas de texto e informativas
- Leyenda urbana sobre inevitabilidad de erratas
- Corregir hasta no poder agregar ni quitar nada
- Corregir en voz alta y con letras grandes
- El autocorrector es un ayudante, no un esclavo
- Cuatro tipos de corrección
- La corrección ortográfica
- La corrección de estilo
- La corrección informativa y de detalles
- La corrección tipográfica
- Publicar no debe ser la única meta
- No desmayar ante negativas
- Si estás seguro de la calidad de tu obra, insiste
- El fracaso es parte del artista
- Disfruta la edición de tu primer libro
- Lo que publicamos tiene múltiples lectores
- Tu libro expuesto a críticas negativas y positivas
- Las críticas adversas pueden superarse
- Las notas sobre nuestra obra son opiniones
- Hay quienes emiten juicios morales
- Lo más difícil de superar
- No molestarse por notas repetidas
- Jamás rechaces tus primeros escritos
- Ser y vivir como persona común
- Las excentricidades no son atributos del talento
- No hay que creerse nunca un gran escritor
- Ser humilde en las entrevistas
- Escribir es fácil, pero solo para algunos
- El arte conserva la juventud
- Hacer lo que nos gusta
- Una afición paralela
- Admira pero no endioses
- Dinero, fama y poder
- Seguir creciendo a pesar del éxito
- Termina lo que empiezas
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