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Víctor Moreno
Escribir es un acto consciente o, si se quiere decir con más precisión conceptual, debería serlo. Para ello es necesario saber muy bien para qué escribimos un texto.
Víctor Moreno
La mayoría de los maestros que poseen el encomiable interés de despertar el gusto por la lectura en sus alumnos, se desvelan pedagógicamente por conseguirlo directamente, inventando para ello mil y una maravillas que tienen su principio, su medio y final en el libro. No recrimino ese método, pero sugiero, como más seguro y menos estresante para el cerebro del maestro, otro camino, otra dirección: la de la pluma, la de la escritura. ("Y parecerá ridículo, pero es cierto; si se quiere escribir algo bueno, hay que tener una buena pluma, sobre todo que escriba fácilmente sin tener necesidad de apoyar demasiado").
Porque, para empezar, escribir es una forma de leer. Posiblemente la forma más apasionada de leer. Escribir es leerse a sí mismo. Lees tu mundo interior, tus fantasmas, tus monstruos, tus deseos, tus sueños, tu memoria, tus pensamientos... dispuestos con mayor o menor acierto en la sábana o ataúd de la página. Lo más brillante y lo más secreto de ti mismo, estará allí, eso sí, convenientemente disfrazado, porque no es nada aconsejable ir contando a todo el mundo lo que realmente eres.
Quedan por escribir cuatro palabras respecto a la estructura del libro. Para desarrollarlo he elegido, y no por azar, aquellas esferas donde las agujas de la pluma infantil pueden marcar libre y espontáneamente su hora narrativa. El mundo de los objetos, de las cosas, la realidad que le envuelve, como mundo interior o sociedad o escuela, la lengua y el cuento, tradicional o propio, son los círculos concéntricos sobre los que giran todas las actividades diseñadas y soñadas para navegar por el mar o río, océano o charca, lago o grifo de la escritura. Todas estas extensiones de agua, más o menos vastas, han sido ya surcadas por alumnos de EGB y de BUP en sus particulares barquichuelas. Respecto a los tesoros gigantes, sueños y fracasos, hallazgos y sorpresas que cada uno ha descubierto en ellas, pertenecen a su vida interior intransferible, aunque, de forma harto generosa, se muestran, en este libro -que funcionó casi como un cuaderno de bitácora- testimonios valiosos de que el viaje mereció la pena.
Ficha técnica
Referencias específicas
Víctor Moreno
Desengañémonos de una vez por todas: el sistema educativo actual sufre un galopante déficit de escritura y de oralidad. En la mayoría de los centros ni se habla ni se escribe de forma sistemática y consciente.
Víctor Moreno
Cuando muchos adolescentes arriban al puerto de su antipoética en Secundaria padecen, al parecer y por lo que uno sabe, el síndrome de la aversión a todo lo que se le presente mediante el envase y el conducto del verso.
Víctor Moreno
El autor no sólo no toma al pie de la letra las afirmaciones que ciertos escritores profesionales dictan sobre su oficio, sino que, frente a ellas, sostiene que se puede aprender a escribir literariamente, y también que se puede enseñar a hacerlo, cosa que a menudo niegan incluso quienes promueven talleres de escritura.
Víctor Moreno
Desengañémonos de una vez por todas: el sistema educativo actual sufre un galopante déficit de escritura y de oralidad. En la mayoría de los centros ni se habla ni se escribe de forma sistemática y consciente.
Armando José Sequera
¿Por qué escribir? - Influencia de nuestros escritos - Escribir a diario y con horario - La inspiración no existe - La soledad del escritor - Las “antenas” del escritor - No se requiere ser un erudito - La creatividad, el mayor don - El idioma no es la única herramienta - Anotar las ideas al llegar - Crear un banco personal de ideas - La escaleta - No abusar de adjetivos ni temerles - Adverbios terminados en mente- El suspenso - Creación de personajes y escenarios - Inicio y cierre impactantes - Escribir con el corazón, corregir con el cerebro - Lectura previa por personas de confianza - Escribir y corregir están ligados - Cuatro tipos de corrección - El fracaso es parte del artista
Víctor Moreno
Conscientes de que las únicas aves lectoras en extinción son los alumnos y alumnas, El deseo de leer va dedicado, especialmente, a todas aquellas personas que se han empeñado en que la infancia odie de verdad los libros y la lectura en general.
Víctor Moreno
Propuestas para desarrollar el propio diario personal donde el alumno pueda volcar todas sus inquietudes, tareas o poemas.
Víctor Moreno
Este libro es una originalísima invitación a afrontar la lectura de un libro poniendo: en movimiento cada uno de los cinco sentidos, con especial trato a los considerados menos nobles, el gusto, el olfato y el tacto. El cúmulo de actividades que el autor propone, partiendo de ellos, es, además de original y divertido, un ejercicio intelectual tan riguroso como despejar incógnitas de segundo grado..
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